Con el marketing por correo electrónico directamente en tu buzón - ¿o no?
El éxito de una campaña de marketing por correo electrónico depende no sólo de su contenido y de lo que se ofrece en ella. Sin embargo, si el correo no puede llegar al destinatario, el contenido más bello no sirve. Después de todo, un destinatario sólo puede convertirse en cliente si recibe la oferta. Pero ahí es donde entra en juego la protección contra el spam: Sólo una parte de los e-mails enviados termina realmente en el buzón del destinatario.
¿Cómo funciona el test?
Cuando el proveedor de servicios de correo o la empresa de marketing por correo electrónico envía el mailing, éste no llega directamente al destinatario, sino que primero debe pasar por una serie de etapas. Sólo cuando el mailing ha superado con éxito todas las comprobaciones llega al buzón del destinatario. Sin embargo, cada proveedor, como gmx, gmail o web.de cada uno según sus propios criterios, de modo que el proceso exacto es ligeramente diferente cada vez. En principio, cada envío se comprueba tanto en el servidor como en el cliente. Se utilizan los siguientes métodos de comprobación:
Autenticación del remitente y la lista blanca
En un primer paso, el remitente se autentica mediante diversos sistemas, como Sender ID, Domain Keys Identified Mail (DKIM) o Sender Policy Framework (SPF), con los que se autentica al remitente. Dominio de la dirección de rebote se analiza del mismo modo que el servidor de correo (remitente). Tras la identificación, el sistema comprueba si el remitente está en una lista blanca de confianza y, por tanto, recibe un trato preferente. Los proveedores de correo electrónico suelen utilizar para este fin listas blancas públicas como Certified Senders Alliance (CSA), TrustedDialog y Return Path. Si un remitente quiere ser incluido en una lista blanca pública, debe revelar su autenticidad, así como ejemplos de buenas prácticas. Sin embargo, hay proveedores que no trabajan con listas blancas, como Yahoo, AOL o Hotmail. Con estos proveedores, el propio destinatario puede hacer clic en el botón de spam. Esta información llega directamente al remitente a través del bucle de retroalimentación del correo y garantiza que el destinatario no reciba más correo no solicitado.
Lista negra
Las listas negras, que se pueden utilizar tanto en el lado del servidor como en el del cliente, sirven para filtrar los correos no deseados. En esa lista negra están las direcciones de los servidores que han sido clasificados como no confiables. Si un correo viene de tal servidor, se clasifica y se rechaza. Además de las listas negras públicas, casi todos los proveedores de correo tienen sus propias listas negras. Si su propio dominio o IP entra en esa lista negra, debe actuar rápidamente. En la mayoría de los casos, la entrada puede ser retirada con un motivo o contra el pago de una tasa.
La buena reputación
Si un correo se entrega o Spam identificados depende de la reputación del remitente. Esto se determina a través de una "Puntuación del Remitente", que sirve como indicador de la calidad de la comunicación y evalúa, entre otras cosas, la probabilidad de entrega. En una escala de 0 a 100, la reputación se evalúa principalmente según el número de destinatarios que ya han clasificado estos correos como spam. Si no se puede contactar con una dirección de correo electrónico, esto también influye negativamente en la reputación. Si un remitente envía un correo a una de las llamadas trampas de spam (son direcciones de correo especiales que sirven de trampas para los correos basura), la puntuación del remitente también desciende. Si es más bien bajo, el correo puede no ser entregado. Por ejemplo, una puntuación de remitente superior a 80 puntos garantiza que los envíos se entregan al menos al 85% de los destinatarios. Además, se utilizan listas grises y estrangulamiento para determinar la reputación. El estrangulamiento se utiliza para limitar el número de correos electrónicos que envía un mismo remitente a diario o en cualquier otro periodo de tiempo definido. Si se supera el límite, aumenta el riesgo de que el remitente sea clasificado como spammer. El contenido del mailing también puede influir en la entregabilidad. Si las comprobaciones en el lado del servidor son positivas, el correo se entrega y puede ser recuperado por un cliente.