El reenvío de DNS desempeña un papel crucial en la resolución eficiente de nombres en Internet. Garantiza que las consultas DNS se transmitan a otros servidores de forma selectiva si el propio servidor solicitante no puede proporcionar una respuesta, lo que aumenta el tiempo de respuesta y reduce la carga innecesaria de la red.
Puntos centrales
- Reenvío condicional: Reenvío de dominios especiales mediante reglas definidas
- Reenvío recursivo: Procesamiento de consultas por un tercer servidor DNS
- Caché frente a reenvío: Diferentes estrategias para mejorar el rendimiento
- Registros DNS: Los registros A y AAAA controlan la resolución
- Seguridad de la red: La protección de la visibilidad exterior es crucial para las empresas

¿Qué es el reenvío DNS?
Con el Reenvío de DNS un servidor DNS reenvía las consultas que no puede resolver por sí mismo a otro servidor especificado. Este segundo servidor -a menudo denominado "forwarder"- se encarga de la resolución. Este procedimiento se utiliza a menudo en redes internas para centralizar las tareas DNS. Al mismo tiempo, mejora el rendimiento, ya que los reenviadores evitan consultas innecesarias al servidor raíz DNS. El resultado es un proceso eficiente que aporta beneficios cuantificables, especialmente para las grandes infraestructuras de TI.
Tipos de reenvío DNS y su uso
Existen dos tipos principales: el reenvío condicional y el recursivo. El Reenvío condicional se basa en reglas definibles - se utiliza para vincular dominios específicos a servidores específicos. La dirección variante recursiva en cambio, funciona de forma genérica y reenvía todas las peticiones irresolubles a un servidor central, que se encarga de toda la resolución de nombres. Esto garantiza una administración centralizada y alivia la carga de los servidores más pequeños.

Reenvío de DNS frente a almacenamiento en caché de DNS
Un error común es confundir el reenvío de DNS con el almacenamiento en caché de DNS. Mientras que el reenvío significa que una petición es específicamente enviado a otro servidor DNS la caché guarda temporalmente los resultados ya resueltos. Esto reduce la carga de la red en caso de peticiones repetidas. Ambos métodos pueden combinarse y asumir distintas funciones en el DNS.
Especialmente en las redes más grandes, es habitual utilizar ambos para distribuir el tráfico de la forma más eficiente posible. Los reenviadores DNS reenvían la solicitud a un resolutor central, mientras que el almacenamiento en caché retiene la respuesta durante un determinado periodo de tiempo (TTL) tras la resolución satisfactoria. La elección de la configuración adecuada depende del uso previsto, el tamaño de la red y los requisitos de seguridad.
Aplicación técnica en la práctica
Un ejemplo práctico: una empresa gestiona sus propios servidores DNS para los distintos departamentos. Mediante el reenvío condicional, las consultas relativas al dominio departamental "marketing.intern", por ejemplo, se responden directamente en el servidor DNS interno responsable. De este modo se evita todo el árbol DNS externo. Este División específica aumenta la seguridad y reduce la latencia.
Cuando se establece una estructura de este tipo, es importante definir responsabilidades claras. Los administradores deben saber qué zona DNS procesa cada servidor interno y cómo se resuelven los dominios externos. Los reenviadores centrales también deben diseñarse con la mayor redundancia posible para garantizar que la resolución de nombres DNS siga funcionando en caso de fallo. Por ello, en muchos entornos empresariales se almacenan al menos dos reenviadores para que no haya interrupciones en caso de mantenimiento o avería del servidor.
Registros DNS: Clave para la resolución
Cada dominio utiliza determinadas entradas DNS, en particular la entrada Récord A y AAAA. Estos registros de datos almacenan direcciones IP (IPv4 o IPv6) para el dominio y proporcionan al cliente una dirección para la conexión. Durante el reenvío DNS, el servidor reenviado utiliza estas entradas para recuperar la dirección correcta. Si, por ejemplo, desea cambiar la configuración DNS con IONOS, encontrará la opción Guía IONOS para la configuración de DNS pasos útiles para ello.
Además de los registros A y AAAA, otras entradas de recursos como CNAME (entrada de alias) o Entradas MX (para servidores de correo) desempeñan un papel. En particular, cuando se reenvían dominios internos a servidores externos, hay que asegurarse de que todas las entradas relevantes se almacenan correctamente. Cualquiera que se ocupe de cuestiones de DNS más complejas también se encontrará con aspectos como las entradas SPF, DKIM y DMARC, que aseguran la comunicación por correo electrónico. Si falta una de estas entradas, pueden surgir problemas aunque el reenvío se haya configurado correctamente.

Ventajas del reenvío DNS
El reenvío de DNS aporta beneficios cuantificables. Ahorra ancho de banda, reduce los tiempos de respuesta y protege las estructuras sensibles de la red. También permite la gestión centralizada de las consultas DNS. Las empresas se benefician porque pueden blindar mejor sus procesos internos. La principal ventaja reside en el aumento de la eficacia con Seguridad.
La administración también es más fácil si un puñado de reenviadores centralizados coordinan la resolución en lugar de muchos servidores DNS descentralizados. Así, la importación de cambios -por ejemplo, para nuevos subdominios- puede controlarse de forma centralizada. Ya no es necesario realizar largas búsquedas en zonas DNS individuales, ya que los redireccionadores suelen soportar un catálogo de reglas claramente documentado. La resolución de problemas también es más sencilla: se puede comprobar específicamente si la solicitud se está reenviando correctamente y dónde puede estar produciéndose un fallo.
Comparación de los modos de funcionamiento del DNS
La siguiente tabla resume las diferencias entre el funcionamiento simple del DNS, el reenvío y el almacenamiento en caché:
Modo DNS | Funcionalidad | Ventaja | Utilice |
---|---|---|---|
Funcionamiento estándar | Consulta directa a lo largo de la jerarquía DNS | Independencia de los servidores centrales | Redes pequeñas |
Remitente | Reenvío al servidor DNS definido | Administración sencilla | Redes medianas y grandes |
Almacenamiento en caché | Guardar respuestas | Respuesta rápida para las repeticiones | Todas las redes |
¿Qué papel desempeña el reenvío de DNS para las empresas?
Las redes corporativas utilizan el reenvío DNS específicamente para delimitar la comunicación interna. Especialmente en entornos multidominio, el reenvío condicional permite un Control selectivo del tráfico DNS. Los administradores conservan el control sobre qué solicitudes se procesan interna o externamente. Además, se puede reducir el uso de servicios DNS externos - ideal para combinar protección de datos y rendimiento. Aquellos que utilicen la solución de STRATO Configure el reenvío de su dominio puede configurarlo en unos pocos pasos.
Especialmente en áreas sensibles con estrictas normas de cumplimiento -como bancos o autoridades públicas- el reenvío condicional es indispensable. Garantizan que los recursos internos no se resuelvan accidentalmente a través de servicios DNS externos. De este modo, el control sobre los flujos de datos sigue siendo interno. Al mismo tiempo, aumenta el nivel de seguridad, ya que los canales de comunicación son más fáciles de rastrear y menos susceptibles de manipulación.

Configuración del reenvío DNS
La configuración suele realizarse a través de la plataforma del servidor o del propio servidor DNS. Allí se pueden configurar redireccionamientos recursivos como fallbacks por defecto o redireccionamientos dirigidos (por ejemplo, para dominios específicos). Es importante diseñar el redireccionamiento de forma que se eviten bucles o servidores de destino incorrectos. Las soluciones de servidor modernas ofrecen interfaces gráficas de usuario y opciones de registro para analizar esto. El resultado es un Sistema DNS estable con caminos claramente definidos.
Los pasos típicos incluyen el almacenamiento de reenviadores en Microsoft DNS o la personalización del named.conf en BIND bajo Linux. Aquí se define específicamente a qué servidor externo o interno se asignan las consultas de determinadas zonas. Un consejo habitual es especificar siempre varias entradas de reenvío para disponer de un servidor DNS alternativo en caso de fallo. Para probar la configuración, herramientas como nslookup o dig que puede utilizarse para enviar consultas específicas.
Errores comunes y cómo evitarlos
Los errores clásicos incluyen la entrada de destinos de reenvío a los que no se puede llegar. Los dominios incompletos en las reglas también pueden dar lugar a errores de redireccionamiento. Si comprueba regularmente su infraestructura DNS, podrá evitar largos tiempos de carga y errores de resolución. Además, no deben configurarse resolvedores DNS abiertos, ya que ofrecen pasarelas para los ataques. Un conjunto estable de reglas garantiza que Acceso DNS selectivo y no se dispersan por las redes.
También hay que respetar correctamente el periodo de validez (TTL). Un valor TTL demasiado corto conduce a solicitudes innecesariamente frecuentes, mientras que un TTL demasiado largo es problemático si las direcciones IP cambian rápidamente. También debe reconocerse si el reenvío recursivo es incluso necesario en determinadas zonas. Si los reenvíos se introducen incorrectamente, pueden producirse bucles interminables en los que la solicitud y la respuesta ya no coincidan. Por tanto, es esencial documentar correctamente la topología DNS.

Aspectos avanzados del reenvío DNS
Las arquitecturas informáticas modernas son complejas y a menudo incluyen entornos de nube híbrida en los que los servicios se operan en parte localmente y en parte en la nube. Aquí, el reenvío de DNS puede ayudar a dirigir el acceso desde la red interna de la empresa a la nube o viceversa. El DNS split-brain -es decir, la separación en una zona interna y otra externa del mismo dominio- también puede realizarse mediante el reenvío condicional. Es importante separar estrictamente las distintas vistas del dominio para que los recursos internos permanezcan protegidos de las vistas externas.
Además, la protección de las consultas DNS mediante DNSSEC (Extensiones de Seguridad del Sistema de Nombres de Dominio) es cada vez más importante. DNSSEC garantiza que los datos DNS no han sido manipulados en ruta mediante su firma. En un entorno de reenvío, los reenviadores deben ser capaces de procesar correctamente las respuestas validadas por DNSSEC. Esto requiere una cadena de seguridad de extremo a extremo en la que cada servidor DNS implicado entienda DNSSEC. Aunque DNSSEC no sea obligatorio en todas las redes de empresa, muchas estrategias de seguridad se basan precisamente en esta tecnología.
Supervisión y registro del reenvío de DNS
Una supervisión exhaustiva permite reconocer más rápidamente los cuellos de botella. Los servidores DNS pueden supervisarse con herramientas como Prometeo o Grafana para medir los tiempos de latencia y de respuesta. Esto proporciona una visión del rendimiento de los reenviadores y puede identificar rápidamente puntos débiles como instancias DNS sobrecargadas. Las opciones de registro -por ejemplo, en Microsoft Windows DNS o en BIND- muestran cuándo y con qué frecuencia se envían solicitudes a determinados reenviadores. Estos datos pueden utilizarse no sólo para detectar ataques, sino también para identificar el potencial de optimización, por ejemplo al colocar un nuevo servidor DNS local.
El registro detallado también es especialmente valioso para los análisis forenses. Por ejemplo, si un atacante interno intenta acceder a dominios maliciosos, estos intentos pueden rastrearse claramente en los datos de registro. Por tanto, el reenvío de DNS no sólo contribuye al rendimiento, sino también a la seguridad si se supervisa y documenta adecuadamente. En grandes entornos de TI, esto se convierte incluso en un requisito previo para la gestión eficaz de incidentes.
Uso óptimo del reenvío DNS en grandes infraestructuras
En redes muy grandes suele haber multietapa se utilizan cadenas de reenvío. Un reenviador local reenvía primero las consultas a un servidor DNS regional, que a su vez está vinculado a un servidor DNS central en el centro de datos. Esta jerarquía puede reducir la latencia si el servidor DNS más cercano ya ha almacenado en caché las entradas pertinentes. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta las rutas de la red. Un enfoque distribuido sólo tiene sentido si los reenviadores desplegados localmente ofrecen realmente alivio.
También influye la interacción con cortafuegos y proxies. Si desea enviar consultas DNS a través de canales cifrados (por ejemplo, DNS-sobre-TLS o DNS-sobre-HTTPS), deberá configurar los reenviadores en consecuencia. No todos los proxy de empresa soportan sin problemas estos nuevos protocolos. Sin embargo, están ganando importancia porque protegen las consultas DNS de posibles fisgones. Por tanto, en entornos restringidos o estrictamente regulados, es aconsejable desarrollar una estrategia para el tráfico DNS cifrado y definir claramente qué reenviadores y protocolos son compatibles.
Resumido: Uso selectivo del reenvío DNS
El reenvío de DNS es mucho más que una medida técnica: es una herramienta para controlar el tráfico de red y proteger las estructuras de datos internas. Ya sea mediante reglas condicionales o consultas recursivas, quienes utilicen esta tecnología de forma estratégica se beneficiarán de una reducción de la carga de los servidores a largo plazo, mayor eficacia y un mejor control. Las infraestructuras medianas y grandes, en particular, difícilmente pueden prescindir del reenvío. Su implantación es ya una práctica habitual en las arquitecturas informáticas modernas.
